No hay contractura que se resista a un buen colchón, una buena almohada y unas cuantas horas de placentero sueño, y para conseguirlo, debes tomate la ducha que te recomendó paulí, pero primero busca un canto redondeado de una columna o marco de puerta, luego colócate de espaldas al canto y coloca tus paravertebrales alineadas con el canto, como un gato restrega su espalda por un mueble, haz lo mismo hasta localizar la contractura, cuando la tengas localizada, haz fuerza haciendo peso sobre el canto de la columna, presionando suavemente sobre la zona que te molesta. Puedes ir haciendo más fuerza sobre la zona a medida que notes que desaparece la molestia, luego sigue con la siguiente contractura y así hasta que o bien estés muy cansada o no te apetezca seguir, entonces toma tu ducha, arquéate y deja el chorro de agua que caiga sobre la espalda y relaja la espalda apoyándote en la pared. Luego de dormir, notarás por la mañana una gran mejoría.
Salu2.